Los Ofidios o Culebras
Descripción
Los Ofidios son unos reptiles muy reconocidos principalmente porque no poseen extremidades para moverse.
Comprenden a diferentes especies nombradas comúnmente como serpientes, culebras o víboras.
Desde hace siglos el hombre ha tenido cierta repulsión a los ofidios, pero en los últimos años ese sentimiento a cambiado a favor de estos reptiles, hasta el punto de que hay personas que tienen en sus casas ofidios como mascotas.
Características
Según su clasificación, ya que son reptiles, pertenecen al mismo grupo de los lagartos, tortugas y cocodrilos. Son animales que muestran el aspecto exterior del cuerpo cilíndrico, muy alargado, sin extremidades, con diversas coloraciones en la piel que los confunde con el ambiente donde viven.
Se desplazan arrastrándose por el suelo con movimiento ondulatorio, pero también tienen capacidad para trepar e incluso nadar.
Su esqueleto tiene la mayor cantidad de vertebras del reino animal.
Con relación a su dentadura las víboras poseen dientes especializados para inyectar veneno.
Poseen una lengua bífida (que tiene 2 puntas) que cumple la función de complementar su olfato, pues al sacar la lengua de la boca y extenderla ésta captura partículas que se encuentran en el aire, y luego al introducirla hace contacto con su órgano olfativo.
El sentido visual y auditivo es limitado, pero en la cabeza tienen unas fosas que localizan el calor.
En su piel, que cambian con regularidad a medida que crecen, poseen escamas que se pueden diferenciar. Las escamas del vientre le permiten aferrarse a la superficie para facilitar su movilidad. Mientras tanto, los ojos se encuentran cubiertos por una escama transparente que los protege.
Alimentación
Se alimentan exclusivamente de invertebrados, reptiles, mamíferos y aves.
Para alimentarse acechan a su presa, a la cual se tragan entera por que no tienen capacidad para masticarla. Los ejemplares jóvenes se alimentan con invertebrados y pequeños animales como ranas, lagartijas, ratones y pájaros. Pero en individuos adultos consumen mamíferos como monos; también roedores, caimanes, aves y sus huevos.
Los huesos de la mandíbulas tienen la capacidad de desencajarse para aumentar el tamaño de la boca. De esta manera, es como logran alimentarse de presas mucho más grandes que ellas.
Además, las llamadas «constrictoras», que estrangulan a sus presas, tienen dientes muy afilados con la función de ayudar a sujetar el animal que le sirve de alimento.
Hábitat
Se encuentran distribuidas en todo el mundo con excepción de las regiones polares. Los podemos ver en multitud de ambientes terrestres, acuáticos y marinos.
Están adaptadas para habitar en los árboles, en bosques para esconderse en troncos caídos y montones de hojas, en los desiertos y zonas áridas donde se ocultan en grietas y cuevas, y en los pantanos y lagunas donde se encuentran bajo el agua y salen periódicamente para respirar.
Reproducción
El macho y la hembra se encuentran solamente para el momento de la reproducción.
Luego de ésto, la mayoría de las especies ponen huevos, y solo algunas son ovovivíparas, ya que mantienen el huevo dentro del cuerpo hasta que nace la cría. Además, muy pocas especies son totalmente vivíparas, que desarrollan y dan a luz crías vivas.
Amenazas
En la naturaleza los ofidios tienen de depredadores a carnívoros como felinos y aves de rapiña en una medida que no hace peligrar su existencia. Sin embargo son las actividades humanas como la expansión de las ciudades y la agricultura las que van reduciendo su hábitat natural.